Ya no sé pronosticar las luvias

Hace varios días que tengo a bien el nuevo hábito de verificar el pronóstico del tiempo. Temperatura máxima y mínima. Humedad ambiental. Estadío lunar. Y siempre (o casi) la sensación térmica difiere un poco del dato técnico.
Será por alguna razón que cuando todos esperan ver llover, no sucede.
Será por alguna razón que he perdido el don del pronóstico de lluvias.

Hoy me levanto a la expectativa de si saldrá el sol o me quedaré sentada a la orilla de la playa esperando a que las nubes se disipen.