Parece ser que hacer tu propio yogurt en casa, es la epítome del hippie en ciernes, la agudización más cínica de la personalidad verde-ecologista-ambientalista-buena onda.
La realidad es que, hacer yogurt es de lo más sencillo. Nada de fanfarronear. De verdad.
Necesitas:
1 buen yogurt orgánico, natural, sin hormonas ni químicos. Yo conseguí uno buenísimo de cabra, (producido aquí en el rancho Witt's End) en la Tienda Gaia.
1 litro de leche orgánica, natural, sin hormonas ni químicos. Yo conseguí esta llamada Leche del Rancho. Ojo: tiene que ser leche entera, sí entera para que quede de consistencia cremosa tu yogurt. La grasita que se comerán aquí, mejor desquítenla haciendo un poco más larga o intensa su caminata diaria.
Frascos de cristal limpios.
1 Termómetro de cocina (aunque yo no tengo y no lo usé, e igual me quedó buenísimo el yogurt).
Paso #1:
Saca el yogurt que compraste del refri y déjalo que agarre temperatura ambiente. Deja que los bichitos buenos que viven en él (y que harán tu yogurt nuevo) se despabilen y estén listos para trabajar.
Paso #2:
En una cacerola limpia pon el litro de leche entera orgánica en la estufa, déjala calentar con la llama bajita (sí, aunque tarde más) hasta que veas que está muy muy cerca de hervir. NO queremos que hierva. Solo que esté muy cerquita. Justo en el momento en que veas que se hace una capita brillante en la superficie y la orilla de la cacerola empieza a querer burbujear, justo ahí, le apagas. Técnicamente debe subir a unos 80-90ºC (por si tienes termómetro). Retira del fuego y vacía la leche caliente en los frascos que vayas a usar, no importa cuantos sean.
Paso #3:
Debemos bajar la temperatura de la leche. Así que ahora que ya tienes la leche casi-hervida hay que meter los frascos al refri a que baje la temperatura. Ojo: para que las bacterias buenas del yogurt puedan desarrollarse en la leche, esta debe estar tibia, ni fría ni caliente. Cuando la leche de los frascos este T-I-B-I-A (35ºC aprox), sácalos del refri, y prepárate.
Paso #4:
A cada uno de los frascos debes agregar 1 cucharada del yogurt buenísimo orgánico que conseguiste. Mezcla un poco y cubre los frascos con un trapo limpio. La noche hará su magia. Deja los frascos en un lugar seguro en tu cocina y deja reposar la leche toda la noche, cubriendo con el trapo.
Paso #5:
Por la mañana revisa tus frascos y verás que ya tienes yogurt casero, 100% orgánico libre de hormonas y químicos. Ojo: es probable que tu paladar esté acostumbrado al yogurt industrializado dulce dulce dulce. Este que hicimos es yogurt de verdad, no tiene nada de azúcar, ni miel ni colorantes ni nada de nada, solo bichitos de los buenos. La consistencia, si usaste leche entera para elaborarlo es cremosa (mejor que cualquier otro yogurt) aunque un poco líquido (como resistol blanco) cuando lo sirves. Refrígeralo y mézclalo con lo que quieras. Puedes agregarle miel, vainilla, fruta, granola y un enorme etcétera. Puedes usarlo en cualquier receta.
Si no te prende, te da flojera, no se te da la cocina o no conseguiste algún ingrediente, pero se te antoja probarlo, avísame y cuando tenga yogurt recién hecho en casa te mando mensaje.
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