Tuesday, June 16, 2020

El AMOR no es nada extraño.

Fotos de @picme_media

Estamos en el 2020, en medio de una crisis pandémica mundial, pero aún celebrando este junio el mes en que recordamos que todos somos iguales, y que discriminar y juzgar simplemente no está bien.

Cuando unas queridas y cercanas amigas me invitaron a su boda, por allá empezando el verano del 2014, tuve oportunidad de participar en el famosísimo brindis, minutos antes de la monumental peda que era inevitable sucediera.


Con tanto amor hace exactamente 6 años, dí lectura al siguiente texto que les comparto:


Sábado 19 de Julio de 2014.

El amor siempre viene de muchas maneras.
Se presenta de muchas formas.
El amor está en el cine, esperándonos.
O afuera de la escuela, o en medio de una espantosa tormenta que nos empapa y nos aterroriza.

El amor es de sabores, es de colores, es de formas extrañísimas.
A veces viene peinado y a veces greñudo, a veces duele y a veces canta kareoke.

El amor no es nada extraño.

El amor nos encuentra, nos desmaya, y de pronto, nos pertenece.

No me sorprende que hayan encontrado el amor.
Lo encontraron en una de sus mejores formas, lo encontraron justo a tiempo, mirándoles de frente y de buen modo.

No me sorprende que hayan encontrado el amor: se lo merecen.

Lo que me sorprende y lo que hoy celebro con ustedes,
es la valentía con la que estamos hoy festejando el amor,
y no porque lo hayan encontrado en forma de mujer,
sino porque para decidirse a amar de verdad y para siempre,
hay que ser valientes y decididas,
sin importar el color, la forma, el tamaño ni el peinado del amor que hayas encontrado.

Celebro su valentía de amarse sin importar nada más.

Salud pues por su amor, sí,
pero salud por ser mujeres valientes de frente al amor.

Sunday, June 14, 2020

Que la humanidad haga pausa en el 2020.

Hoy cumplo 11 semanas en casa. 77 días. En estas semanas cumplí 42 años.

El mundo entró en pausa gracias a un (ahora célebre) virus llamado SARS-CoV-2 que en los humanos desarrolla una (ahora temible) enfermedad llamada Covid-19, que en su más espantosa manifestación, meterá a tu sistema respiratorio en tremendos aprietos hasta llevarte a la posibilidad de la muerte, o no.

Aún no descifro qué hacer con esta temporada de encierro. No he podido aún entender qué es lo que está sucediendo, mucho menos para qué.

He atravesado desconcierto, incredulidad, arrogancia, miedo, paz, encanto y desencanto. Incertidumbre. Hambre no, afortunadamente, aún no.

El mundo está cambiando. La manera en que los humanos interactuamos y convivimos, está cambiando. De la novedad a la paranoia, al absoluto extremo de desolación y creatividad. La experiencia humana ha cambiado inevitablemente de rumbo y de sabor.

No sé quién, además de mí, sigue bailando en la pendeja. ¿O será que nadie aún entiende qué está pasando pero nadie lo acepta? El encierro en casa se ha ido transformando en una terrible arma de doble filo con la que algunos hemos logrado gozar de una idílicas semanas de transformación, mientras que otros solo hemos logrado sumergirnos en el pantano inmundo de lo desconocido, sin transformarnos en nada, sino solo acrecentando nuestros más profundos malestares.

¿Será que en la más fiel actuación del estereotipo humano, hemos decidido atravesar esta pandemia haciéndonos creer unos a otros que "hemos aprendido la lección", que "no hay mal que por bien no venga", que "saldremos adelante" y otra absurda tonelada de frases vacías y románticas en las que el humano ha aprendido a depositar su necesaria positividad? 

¿O será que empezaremos a reconocernos débiles y tontos, para poder entonces realmente forjar cambios desde lo más profundo?

Los poderosos seguirán oprimiendo, los valientes seguirán siendo punta de lanza, los indómitos continuarán sus quejas, los oprimidos seguirán sufriendo. ¿Será que sí cambiará el mundo y la humanidad tras esta pausa? ¿O una vez más solo nos están vendiendo la idea?  ¿Será esta solo una anécdota más que contaremos generación tras generación, cada quien desde su experiencia, aderezando claro, con diversas narrativas que perdurarán hasta el fin de los tiempos?

Yo aún no decido que haré con esto.

No he entendido aún qué trato merece esta pausa ni qué significado estoy dispuesta a darle. No he sabido si alegrarme o si perpetuar el miedo. No he sabido si retomar mis rutinas o instalarme en el nuevo quehacer diario. Ni siquiera he podido decidir si el uso de cubrebocas me parece ridículo o necesario. No he podido entender cómo retomar la actividad económica, no he sabido elegir con qué me quedo y qué dejo ir. Parece que no he entendido nada. O no he recibido aún toda la información.

Supongo que la pandemia aún no termina para mí. Sigamos en el encierro. Que la humanidad haga pausa indefinida por favor, porque yo, yo aún no entiendo nada.

Wednesday, January 31, 2018

Ninguna razón que justifique el atraco.


No he podido encontrar la razón que justifique la necesidad de hacer estas imágenes.
No sé dónde en el camino se perdió el pretexto, quizá me cansé de tener que justificar todo lo que hago y dejo de hacer para poderme sentir menos atada al cumplimiento y a la expectativa. 


Empujé estas imágenes por necedad. Las hice porque quise. Porque como cualquier humano, necesito la validación a través de lo estético, de lo admirable, de lo rebelde, del atrevimiento. No he invertido demasiado tiempo en revisarlas por temor a encontrar la imperfección tan indeseada o el justificante boicoteador de lo que hasta ahora parece ser una proeza en mí.

Ahora tengo mis fotos. Están en mi poder. Se lograron. Aquí están.

Y señores, no tengo un carajo de idea de para qué las quiero. Ni para qué me sirven. Ni quién las deba ver, mucho menos apreciar. 
Ya las tengo y no sé para qué las quiero. Las quise, las perseguí y ahora pareciera que no me sirven para nada.

Supongo que son para mi deleite personal. Quizá sean una especie de liberación de miedos o acaso un puente al ego inútil. Han de ser el comprobante del paso del tiempo, el documento impreso que confirma la efectividad del tinte de cabello o la técnica cada vez más depurada de la fotógrafa. ¿Qué hacer con un archivo de imágenes en el que casi no me reconozco? ¿Cómo remediar el miedo a verme y no reconocerme?


¿Cómo entender
que no hay valentía en el hecho
sino en la confrontación  de la realidad?


Les comparto pues, el registro fotográfico de una mujer de 39, casi 40 años que no sabe por qué carajos tiene estas fotos, y que mucho menos ha resuelto qué hacer con ellas.  Seré pues parte de un registro sin explicación y sin objetivo. Seré el objeto de atención y al mismo tiempo la dueña del peor pretexto para justificar una sesión de fotos a medio vestir. Seré una vez más un vaguísimo intento de perderme y encontrarme, de reconocerme y ofrecerme, de vestirme y desvestirme, de ser lo contrario a lo que quiero y de parecerme cada vez más a lo que no quiero. O de ser la que sin querer me he vuelto. Aquí el reflejo de una mujer de miedo y de soledad, de antagonismos, protagonismos y desencantos. La que en un acto de honestidad propio sé que soy y solo a  veces me atrevo a ofrecer ante la vulnerabilidad de una cámara y una luz que resalte mis pecas como si cada una fuera un defecto a la vista. Esta soy a veces dispuesta al escrutinio. Esta la que al instante huye y vuelve a resguardarse donde más fácil puede.

Gracias a PicMeMedia y ChicleLosCabos x coordinar la producción y por supuesto a la fotógrafa Mariana Martínez x la paciencia y cariño puestos en el proyecto.







Tuesday, March 10, 2015

Maratón Internacional Lala 2015. Comarca Lagunera, México.

Qué gran experiencia. Si eres de esos intrépidos que van tachando cosas por hacer de una lista escrita en medio de la euforia, DEBES correr al menos un maratón en tu vida. Es una experiencia que marca.
De regreso a los entrenamientos después de Odile

La preparación.
Se planificaron 24 semanas de entrenamiento a partir del 15 de septiembre de 2014. Siendo nuestro primer maratón, se hizo una planificación detallada y cuidadosa. Y claro el huracán Odile vino a arruinarlo todo. Despedorró los planes, las carreteras, el alumbrado público y nuestros bolsillos... Así cuando por fin nos reacomodamos a mediados de octubre de 2014, reiniciamos. Nuestros entrenamientos incluyeron intervalos, fartlek, fondos largos, cuestas, trail, asfalto, crosstraining y un buen cuidado alimentario.

Elegir el primer Maratón.
Elegimos MIL15 por las buenas reseñas y buenos comentarios acerca del evento. Todos nuestros amigos o conocidos corredores  coincidían en que era una ruta poco problemática, por lo sencillo de sus procedimientos y su pulcra organización, muy noble por su altimetría prácticamente plana, y muy cálida por el apoyo de la gente que se vuelca a las calles a apoyar a los corredores. El clima en el peor de los casos sería un poco más frío a lo que estamos acostumbrados en Los Cabos, pero nada radical. El único factor que no pudimos aminorar fue la altura. Obvio nosotros entrenamos a nivel del mar y Torreón esta a 1200 msnm... más o menos... pero bueno... no podía ser tan perfecto.
Yo me inscribí desde noviembre casi cuando recién se abrió la convocatoria y desde entonces tuve asignado el número de corredor 2778. No tuve ningún problema, de ningún tipo.

El viaje.
Divertirse.
Resulta que viajar de Los Cabos a Torreón no es tan fácil, ni rápido, ni mucho menos... barato. Terminamos viajando de Los Cabos a México el primer tramo, y un segundo tramo aéreo de México a Torreón. Nos hospedamos en el Hotel City Express Torreón que tiene una excelente ubicación junto a una buena Plaza Comercial con cines y tienditas (y el restaurancito anexo al Hotel, que se llama "El Sureño" sucursal Galerías, está buenísimo). No tuvimos ningún contratiempo, todos empacamos con suficiente ñoñez cada uno de los artículos indispensables para nuestra carrera. La mayoría viajamos con los tennis en la mano o puestos... "no vaya a ser que se nos pierda la maleta y con qué corro"... Decidimos viajar desde el jueves para intentar una adaptación fisiológica a la altura. El viaje no tuvo contratiempos pero la emoción subía y subía y subía. Cuando por fin aterrizamos en Torreón solo pude pensar "en 96 horas seré maratonista".

Anotación mental: Afortunadamente decidimos viajar desde el jueves, esto nos dio al menos 2 días completitos de descanso antes del maratón. Siempre que se pueda, aprovecha un par de días previos a la carrera.

Último entrenamiento afloja-piernas 3K en el estacionamiento, 7am.
Las consignas.
No desvelarse. No pistear. No gastar de más. Visitar al menos un museo. Ser puntuales. Disfrutar.
Todo esto es un poco complicado cuando a los 36 años siempre te has desvelado, no puedes evitar la cervecita sabatina y gastas hasta lo ajeno, pero bueno. Ahí está, como propósitos de año nuevo.






El último entrenamiento pre-maratón.

Una de 5mil corredores
Decidimos salir a trotar un poco, aflojar piernas el viernes, 48 horas antes de la carrera. Le dimos 2 vueltas al estacionamiento de la plaza Galerías y completamos 3K. Decidimos hacerlo a la misma hora de la carrera para confirmar que ropa usaríamos y sentir los estragos de la altura si es que los había. Todo perfecto. No dolencias, pero la emoción a tope. El resto del día hicimos algunas compras y descansamos.

La planificación de mi carrera.
De todos es bien sabido que soy de personalidad levemente estructurada y controladora. No ameritaba menos mi primer maratón así que de manera diligente me di a la tarea de desarrollar un plan exacto y seguro para estos 42K. Aparte de darme paz mental, me daría algo en qué entretenerme en los días previos.

Decidí repartir mi carrera en 5 tramos:
TRAMO 1: 0-10K llegar controlando la velocidad, en parciales negativos y contenta.
TRAMO 2: 10-17K acercarme al medio sin acelerarme de más, hidratar y administrar carguita de glucosa.
TRAMO 3: 17-25K atravesar el medio y llamar por teléfono a mi familia.
TRAMO 4: 25-32K trabajar respiración, mucho trabajo mental, hidratación.
TRAMO 5: 32-42K a partir de aquí, si necesito música, usarla. Por aquí es donde espero la pared entre el 32-35K... logrando pasarla... llegar a la meta como sea.... de preferencia sonriendo y en una pieza.

Locos
Sin saberlo, con esto nació el mejor mantra para correr que he tenido en dos años: 10-17-25-32. 10-17-25-32. 10-17-25-32. Diez-Diecisiete-Veinticinco-Treintaydos.

En cada una de estas paradas técnicas debo siempre: caminar tanto como sea necesario, ingerir calorías si necesito, hidratarme, quitar prendas, verificar mis sistemas (piernas, cardio, respiratorio, cabeza, emociones, música) y evaluar/ajustar, antes de reiniciar el trote de nuevo. Usualmente corro hasta 30K sin música y es una de mis herramientas para el último jalón.

Recogiendo el famoso kit de corredor.

Aplicadísimos y bastante puntuales llegamos a la sede de la Expo Deportiva, recogimos nuestros kits y compramos chacharitas, pero lo mejor de todo es que fuímos catapultados a la nada honrosa fama de los videos ñoños que pueden ver (pero no compartir) AQUÍ y AQUÍ....verídico. Cómo nos hemos divertido. Miles de fotos, miles de anécdotas. Al final todos contentos por fin con nuestros números de corredor en la mano.... y una hamburguesa en la panza, porque en el kit venía una pulsera de descuentos en restaurante... yeah!


Anotación mental: Siempre es mejor recoger tu kit el primer día de expo, en las primeras horas, porque el día previo justo a la carrera se atasca de gente, las filas son interminables y las compras lentísimas.


El día previo al maratón.
Había que visitar al menos un museo pa poderle llamar viaje. Fuímos al Museo de la Revolución, pequeñito en una casa antigua hermosa y un jardín bello, y con un amable guía que parecía haber conocido a los personajes revolucionarios de beso y apapacho. Valió la pena.

Ojo: mucha atención a la hidratación del día previo a la carrera, Al menos 500ml electrolitos y mucha, muuuuuucha agua.

Nos citamos a la suculenta CarboDinner a las 6pm en Il Monastero, donde comimos como cochitos (no es broma), nos llenamos de "carbohidratos sanos" el cuerpo, el buen Cué nos leyó un fragmento literario, adoptamos un niño perdido (maratonista loco) y nos dimos el último abrazo antes del gran día. Sobra decir que la emoción se sentía en cada sonrisa y en cada mirada.

El menú: Ensalada de espinacas con fresas, palmitos y espárragos. Pasta con tomates cherry, aceite de oliva y especies. Postre: tarta de manzana.

Ya de regreso en el hotel al son de JuanGa en Bellas Artes alistamos nuestras cosas para la carrera. Nos bañamos, nos acostamos temprano, y al margen de las historias de los demás, yo dormí como prin-ce-sa.

Mi primer Maratón.
Me levanté a la hora acostumbrada 4.20 am. La cita en el lobby era a las 5.30 am, así que con toda calma y como en ritual me vestí, me peiné, me maquillé (siiiiiii, corro hasta con rímel...) y todo lo necesario. Bajamos puntuales, me tomé media taza de café con azúcar como acostumbro siempre antes de las distancias largas, me tomé unos 300ml de electrolit. Agarramos taxi y nos dirigimos a la zona de salida. Llegamos con suficiente tiempo, las primeras fotos del día, pero no podíamos casi ni articular palabra, nos la pasamos dando brinquitos nerviosos disfrazados de calentamiento chafa, y después de una bastante larga cola para pasar a la última parada de baño, nos acercamos a ver el disparo de salida de las corredoras elite.
En la línea de salida.
El disparo de salida. Mucha gente dentro del corral. Mucha gente... nosotros de pueblo acostumbrados a que 200 son multitud jaja eran demasiadas personas, todos con el mismo gesto y yo tratando de identificar a los veteranos para ver qué hacían, a los novatos como yo para no sentirme sola. Mis adorados locos siempre junto a mí, últimas fotos antes de iniciar. Siguiendo el consejo de mi maratonista favorita, Pau, compramos unas chamarritas baratas ($70 en la mega) que tuvimos puestas hasta el último instante antes del disparo de salida, momento en el que nos las quitamos y aventamos por un lado.

Del disparo a que cruzamos el primer tapete pasaron 2 minutos más o menos, supongo que noestábamos tan atrás. Activado el gps. Doble nudo en las agujetas. Mil latidos x minuto. Vista al frente. Nada iba a detenerme. Comenzamos a avanzar y se empezaba a ver a lo lejos el cielo clarear. El clima era perfecto, unos 12 grados C.... fresco, muy afortunado. Todo en calma, los corredores saludándose, alguien te grita por tu nombre (impreso en tu uniforme) y te saluda como si te conociera de años, alguien de da una palmadita o te sonrie. Tratas de medirte, de agarrar tu ritmo, de no acelerarte, sigues con la emoción a tope y no sientes ningún dolor. Nada. Todo ajusta perfecto y parece como si cada corredor agarrara su lugar. Es tanta gente al principio que te tocan varios codazos, yo recuerdo que durante los primeros 5K me la pasé recargándome en Elisa jaja no sé por qué como que me iba de ladito jaja. En este primer tramo y bastante al inicio atravesamos el primer paso a desnivel donde en el segundo puente, por encima de nosotros, estaba un señor con una banderota mexicana, y de forma espontánea, los corredores que íbamos cruzando el puente por debajo comenzamos a cantar cielito lindo... así el ambiente. 


El primero de solo 2 pasos a desnivel.
10K: primera parada. Tiempo transcurrido: 1:04 hrs.
La marca de 10K está en la Ciudad de Lerdo. ¡Qué porra, qué gente! La Comarca Lagunera se luce, salen a las calles, no hay un kilómetro en que corras solo, siempre un lagunero échandote porras, ofreciéndote agua, diciéndote que eres un campeón y que los estás haciendo increíble. Aquí alguien me regaló un electrolit chiquito que me tomé más por norma que por necesidad. El clima seguía perfecto, el ánimo a tope, las locas seguíamos juntas compartiendo paso. Todo mi cuerpo estaba al cien, sin dolor, ni cansancio. La mente entera. Caminamos unos 150 metros y reiniciamos. Hasta este momento no había ni siquiera volteado a ver mi reloj, no necesité verificar el ritmo, ni el kilometraje... todo tranquilo.


17K: segunda parada.
17-18K

Aquí empezó a sentirse el sol pegando en el rostro. En la ruta comenzaron los voluntarios a ofrecernos esponjas con agua que resultaron maravillosas. Empecé a sentir un poco de roce en un brazo, que se alivió con vaselina sin problema. Giovas hizo parada técnica en el baño, justo en una glorieta y Carola y yo decidimos seguir. Todos mis sistemas bien aunque ya se sentía más calor. Las piernas bien, el ánimo perfecto. Medio gel sabor fresa/kiwi a la panza de manera preventiva, caminata durante un par de minutos, agua pa bajar el gel, esponja pa refrescar la cabeza y continuamos sin ningún problema. Aquí empecé a contar kilómetros: me dije, faltan solo 4K para completar el medio. En esta zona atravesamos varios talleres mecánicos y todos, todos, con su debido folclor amenizando el recorrido, no cesan las porras. Giovas nos alcanzó a los pocos minutos y vimos a Lupita haciendo una breve parada con los socorristas de la Cruz Roja pa que le untaran quién sabe qué en quién sabe dónde...

21K. La mitad. Tiempo transcurrido: 2.20 hrs. Aquí de pronto me encontré sola, sin mis compañeras ya. No me di cuenta cuándo perdí a Caro y a Giovas. En esta parte las porras muy divertidas, porras de escuela, mucha gente en las calles ofreciendo naranjas y agua... jaja aquí me andaba yo ahogando con una naranja... verídico... mucha gente en las calles, señoras en piyama, familias completas, garages abiertos de par en par... arreciando el calor... empiezo a pensar en quitarme el jersey. Tengo bien claro que no voy a parar hasta el 25K... pero se empieza a complicar el calor... ir sola cambia el panorama y dependes de tí completamente... de pronto en 24K pienso en parar, voy a parar, definitivamente voy a parar... no, solo me falta 1 para llamar a casa... recuerdo que en 25K tengo pensado llamar a casa y saludar a mis papás... si paro ahora, estaré saliéndome de mi plan de carrera... aguanto....

33K
25K: tercera parada, llamada telefónica. Bien. Logré llegar al 25K, es hora de caminar un poco, hidratar, medio gel más y... llamar a mis papás... me contesta mi papá al primer intento, lo saludo tratando de controlar mi respiración, le aseguro que voy bien, que ya pasé la mitad y que los amo. De pronto llega Carola, que venía casi conmigo aunque no la había visto, me alcanza, caminamos un poco, entramos en una avenida arbolada llena de comercios muy linda y con muy buen ambiente... todo en orden... decidimos reiniciar en el siguiente semáforo y continuar hasta la siguiente parada programada en 32K. Creo que es por aquí que Martha la esposa de Huitzi me recibe el jersey y me quedo con la pura playera... han de ser como las 10am y ya se siente más calor.

Cruzando la meta de mi primer maratón.
32K: cuarta parada. Al llegar a esta parada estaba yo necesitando agua. Caro no traía y estábamos junto en un cruce de avenidas con poca gente alrededor, de pronto una chica me ofrece un chorrito de electrolit que le quedaba en un bote. Sin dudarlo lo tomé, le agradecí y volví a la vida. Era más o menos en este kilometraje 32-35K que esperaba yo sentir la famosa "pared", así que venía muy atenta a mi cuerpo, comencé a sentir el cansancio, no en las piernas sino en general. Aunque sentía que aun estaba lo suficientemente fuerte para continuar y terminar, también aquí es donde comencé a sentir el agotamiento general. A conciencia y junto con Caro caminamos un buen tramo (al parecer demasiado para ella pues poco después se le entumieron las piernas y tuvo que recurrir al masaje de los socorristas cercanos), me comí el segundo gel con cafeína, tomé bastante agua y fué momento de echar a andar el ipod y los audífonos. En esta zona del recorrido la gente continuaba animándonos sin parar, en mi mente solo pensaba "solo faltan 10, solo 10". 

33-40K
Reiniciamos Caro y yo en una zona muy linda de Torreón, con gente sumamente amable, ya cansadas pero bien hidratadas y aun contentas nos tomamos la última foto juntas... poco después, Carola tuvo que hacer una breve parada para masajearse las piernas y yo seguí. A partir de aquí, anduve sola. Ya no volví a ver a ninguna de mis compañeras. Para mí este fue el trayecto más difícil de toda la carrera, del 34K al 39K. Con los audífonos puestos, la gente desbordada en las calles, de pronto la cabeza te traiciona, sientes calor, te da sed, ves corredores tirados en las banquetas y de pronto sientes que todos te rebasan, vuelve el calor, la sed, no escuchaba ni la música... el cuerpo comenzó a pedirme parar... a ratos caminé unos metros, agarré una naranja, busqué compañero de paso, trabajé con mi respiración... cada kilómetro pensé me faltan 8K... me faltan 7K... anda, si puedes... ya nomás te faltan 6K... no, no pares, ya nomás faltan 5K, ¿me faltan 5? ¡¿5 neta?! Pff... No pares... Ok faltan 4K... bueno, nueva estrategia, paro en el 40K y los últimos 2 le meto con todo... muy bien, si, suena bien... entonces ya nomás me faltan 2K para la última parada... jajaja es como hacer trampa con las cuentas... en realidad ya no sabes ni lo que piensas... de repente alguien te ofrece una bolsita con coca cola helada y das un levantón, de pronto el aspersor para refrescarte, y de repente en el 39K en una esquina un letrero anaranjado fosforescente, grande, que decía "*BIENVENIDOS* EsosLocos San José BCS ¡Ya son unos campeones!"... frené en seco y pregunté quién había hecho ese cartel, una chica alzó la mano... me le fuí encima con un inmenso abrazo y le agradecí desde el fondo de mi corazón.... a los pocos pasos llegué a la marca de los 40K.

40-42K
Esto es lo que se siente.
Hice una breve pausa, me quité los lentes de sol, me limpié los ojos para no llegar con el rímel corrido, me dí cuenta de que venía llena de tierra y me empezaron arder los brazos por el sol. Busqué mi brillito de labios y me pinté. Elegí una última canción para cerrar con todo. Último trago de agua, ví por última vez mi reloj y arranqué decidida a no parar hasta llegar a la meta. En esos últimos metros ví a Osvaldo Sánchez echando porras, guapísimo y altísimo, ví a Araiz a quien abracé con cariño mientras me gritaba echándome ánimos, y le pregunté por última vez a Fer Chávez (esposo de Giovas) en grado máximo de desesperación "¿¡cuánto me falta?!" a lo que con una buena chocada de palmas respondió "ya no te falta nada, es a la vuelta". Me concentré lo más que pude, pensé en mi hijo, en que Enrique ya me estaría esperando, en mi equipo, en todo lo que había sucedido para que yo pudiera estar ahí.
40K
Corrí como Forrest Gump, no quería parar, corrí y corrí y corrí con el alma hasta que a lo lejos, en la última vuelta al parque Carranza ví por fin el letrero de meta, avancé los últimos 195 metros y crucé la meta con los brazos en alto, una sonrisa en la cara y el corazón latiendo a mil, sabiendo de inmediato que volvería a hacerlo. Tiempo transcurrido: 5.20 hrs.

42.195 KILÓMETROS ¿Qué me dejan?
Me dejan profundamente agradecida de muchas personas, de muchos afortunados encuentros y muchas decisiones tomadas. Desde el fondo de mi loco y verde corazón GRACIAS a mi familia, GRACIAS a  cada loco.
Me dejan sorprendida de lo que soy capaz de lograr con mi cuerpo y con mi mente a base de disciplina, dedicación, terquedad y pasión.
Me dejan convencida de estar haciendo lo correcto, por mí, por la gente cercana a mí y por quienes se acercan a mí.
Me dejan mucha tarea: lo que se puede mejorar, lo que debe cambiar, lo que haré diferente la próxima vez y lo que ya no repetiré.
12 locos oficialmente maratonistas
Me dejan siendo una persona mucho más capaz, no porque antes no lo fuera, sino porque me he descubierto irremediablemente valiente, fuerte, decidida y determinada.

¿Lo volvería a hacer? Hasta la duda ofende. Mil veces si.

A lo que sigue, porque #NadaNosDetendrá

Thursday, February 12, 2015

42K para seguir entendiendo

Estoy a 16 días de intentar correr mi primer maratón. Técnicamente hablando haré el intento de correr a lo largo de 42 kilómetros y 192 metros a cambio de alzar los brazos y poderme decir a mí misma "lo hiciste".

Hace 23 meses que empecé a correr.
Hace 21 meses corrí mis primeros 5K, hace 15 meses logré correr 10K...
Hace 9 meses sobreviví a correr mis primeros 21K...
Hace 12 días corrí 34K en mi entrenamiento más largo hasta le día de hoy.
Hace 4 días corrí mi quinto medio maratón oficial...
Hace 22 semanas que estoy entrenando para lograr mis primeros 42K...

He intentado muchas cosas, unas de corredor, otras de nutrióloga, otras de principiante, otras de rebeldía. He usado tenis adidas, nike, saucony, brooks y luna sandals. He corrido descalza 7km hasta hinchárseme las plantas de los pies. He caminado sobre la arena tomando la mano de mi hijo en un atardecer cualquier que hace que todo valga la pena.

Me faltan 2 semanas que más que seguirme preparando las piernas, deben prepararme la cabeza y el corazón. Me quedan lo que parecen instantes para convencerme de que soy capaz de completar esta hazaña física sin que nadie lo haga por mí y sin que nadie se interponga en el camino.

Estoy aterrada. Estoy nerviosa. Estoy feliz. Estoy decidida.




Sunday, July 27, 2014

Completita

Y bueno, a veces pasa que un domingo cualquiera te descubres completa. 

Wednesday, May 07, 2014

Medio Maratón para entender.

Lo logré. Corrí 21K sin morir en el intento.

Primera carrera. 3K.
El 8 de abril de 2014 inicio la travesía, y he aprendido tanto en el camino que esta entrada no terminaría nunca. Aquí unas breves reflexiones:

He aprendido a agradecer las oportunidades, porque si no las tomas, se van y no vuelven. He aprendido de cómo la disciplina te lleva lejos. He aprendido que cuando menos esperas, más recibes. Corriendo he aprendido que una buena compañía puede transformar cualquier agonía.
Mis primeros 5K.

He aprendido de dolores, físicos y de esos del corazón propiciados por la frustración que se encuentra a cada rato en el camino.

He aprendido que todo comienza en una idea y poco a poco se va transformando y toma forma sin que tú tengas ni voz ni voto. He aprendido que lo que no puedo controlar, igual funciona. He aprendido a perder un poco el miedo, a estar dispuesta a sacrificar para demostrarme a mí misma. He aprendido que mi familia me ama tanto que se ha resignado a perderme en estos kilómetros, y aún me aman. He aprendido que si no duermes bien, no llegarás lejos.

Corriendo 5K en La Paz, BCS.
He aprendido a respetar hasta el más mínimo e insignificante esfuerzo. He aprendido del verdadero valor de una medalla. He aprendido de marcas de tennis. He aprendido que decir "ya no puedo" fácilmente se esfuma cuando te concentras en tu objetivo.

He aprendido de la importancia del trabajo en equipo y de respetar el trabajo en solitario cuando es necesario. He aprendido que es de sabios cambiar de opinión, yo confieso, ahora me gusta el electrolit.
Carrera Nocturna. Mi primera caída. 5K.

He aprendido muchísimo. He aprendido que no hay un final feliz, no hay un "lo logré" definitivo. La vida sigue y los caminos no se detienen. Mis piernas tampoco. Mi cabeza ya está en otro lado, se fue a vivir a un lugar en donde los sueños más locochones son posibles. Mi corazón no se ha ido, pero se hinchó, y cada día que amanece sonríe sin saber qué vendrá.

Subiendo distancia. Carrera de 8K.
Correr me ha quitado (vida social, por ejemplo), y me ha dado. Correr 5K me resultaron igual de difíciles que 21K, pero en ambos entrenamientos me fuí descubriendo perfectamente capaz de trabajar un objetivo hasta llegar a él.

Corriendo descubrí que tener un equipo y contar con la empatía de gente persiguiendo el mismo objetivo que tú, es increíblemente reconfortante. Que les duela lo mismo que a tí, o les de el mismo nervio la próxima ruta. Bueno, piensas, al menos no soy la única idiota metida en esto...
Primeros 10K.

Corriendo me reto a mí misma. Correr es un acto de honestidad, si no corro no puedo mentirme, si no di mi mejor esfuerzo es imposible engañarme. Nadie vive con mis piernas y en inevitable.

Corriendo he podido sacar hasta la última gota de mi más desnutrido y desgastado esfuerzo con tal de cruzar una línea pintada en el piso y colgarme en el cuello un listón que ya no hace gracia en la colección. Corriendo he sacado el enojo de un mal día, el exceso de calorías de una comida y la necedad de un orgullo mal encaminado.

Corriendo he conocido gente valientísima. He descubierto del poder de decidir. Corriendo he valorado el estar entera y sana. He apreciado cada parte de mi cuerpo, de cuando me duele y sobre todo de cuando no me duele y funciona a la perfección.

10K. Mejorando marca.
Corriendo he pasado largas horas e interminables kilómetros lidiando conmigo misma, confrontando todo aquello que no me gusta de mí. He atravesado innumerables paisajes conversando con mi cerebro y con mi corazón. Corriendo descubrí que no necesito música para sobrevivir a los más largos entrenamientos.

Corriendo me he vuelto más agradecida, con el que detuvo su paso para esperarme, con el que me ofreció agua, con el que se rió de mi chiste malísimo en medio de la nada, con el que me despertó a tiempo y con el que llegó antes que yo y se espero para aplaudirme y tomarme una foto.
Carrera Loca 1er Aniversario con mi equipo.

Corriendo he podido apreciar lo que muchas veces pasó desapercibido.

Corriendo he aprendido que actuar es la llave que sustenta los cambios, que puedo impactar en mi comunidad y con la gente que quiero. He confirmado que para pedir hay que ser predicar con el ejemplo.

Corriendo he agregado sustancia a mi lista de valores: congruencia, disciplina, decisión, amistad, lealtad. Corriendo me he transformado en otra.
1er intento 21K. La Paz BCS.




Corriendo he llorado, he sonreído, he temido, he amado, he sentido, he decidido, he logrado. Corriendo, una habilidad tan prehistórica del humano, me he vuelto capaz. Y nada me detendrá.

Los 21K oficiales.


Palabrejas Pegadoras

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