Este fin de semana fué tan igual y tan único como todos. Proyectos varios, visitas obligadas, celebraciones espontáneas, sueño desmedido, risas y gritos por doquier, noticias políticas, comunicados oficiales, reseñas musicales.
Decidí probar, otra vez, la receta para hacer crema corporal casera, ahora con mis propias modificaciones, evitando a toda costa el uso de la licuadora, pues en el intento anterior fue realmente traumático tener que despegar la cera de abeja derretida del cristal de mi querida y fiel amiga oster. Decidí también hacer un profundo, personal y honesto análisis de mi país.
Ojo: esta cremita corporal queda con textura tipo ungüento, así como vaselina, más o menos como esta cremita de Vía Natura y con características muy similares, porque se hace a base de puras grasitas, así que no esperen tener en sus manos un refrescante gel. Textura final: densa, tan densa como la conciencia de mi querido presidente constitucional, alias Felipe Calderón.
1. Mezcla la cera y los aceites. |
Ingredientes:
1/2 taza Cera natural de abeja, de opérculo. Yo la compré en mercado libre.
1 1/2 taza Aceite de oliva, del bueno, como este mexicano.
360 ml Aceite de almendra, lo compras en cualquier farmacia.
1/2 taza Aceite de coco orgánico, lo puedes comprar aquí.
Aceites esenciales de tu olor favorito, yo usé 40 gotas de lavanda y 20 gotas de eucalipto.
Tengo a todos los protagonistas en la mano. Ahora ¿qué hacer? Este artículo como antecedente.
- Si quieres una crema más sólida, agrega más cera de abeja.
- Si quieres que predomine algún olor, juega con las cantidades de los aceites (más coco, menos almendra, etc.).
Para inspirarnos, qué tal un profundo y limpio análisis. Este de esos artículos de opinión que escribe alguien como leyéndote el pensamiento. Y entonces, procedamos con las...
Instrucciones:
1. En un frasco de cristal grande, limpio y seco (también vas a necesitar la tapa), mezcla la cera de abeja y todos los aceites. Mezcla utilizando un palito de madera como los del sushi. Ojo: no agregues aún los aceites esenciales de olor.
A baño maría |
2. En un pocillo o cacerola pon el frasco de cristal al medio y agrega agua para calentar a baño maría. Recuerda que el agua hervirá y al salpicar no queremos que entre al frasco de los aceites.
3. Deja calentar hasta el punto de ebullición, y sigue mezclando con tu palito de sushi. Poco a poco se irá derritiendo la cera y se mezclará con los demás aceites.
Cera y aceites, derretidos y mezclados. |
4. Verifica que la cera y los aceites estén completamente derretidos y mezclados. Apaga el fuego, deja enfriar un poco y retira el frasco de cristal del pocillo. Sigue mezclando con tu palillo.
5. Dejar enfriar la mezcla. Esta es la parte del proceso más aburrida y tediosa. Cada 10 o 15 minutos asegúrate de volver a revolver la mezcla con tu palillo. Mezcla, revuelve, mezcla, revuelve. Leamos un artículo más, ahora de una politóloga mexicana. Esto de informarnos, y escuchar diferentes voces es lo que nos permite elaborar un criterio propio. Es difícil aprender a filtrar la información de la desinformación. Pero bueno, nuestra cremita aun esta bastante caliente, así que aprovechemos el tiempo.
Enfriando. |
6. Cuando la mezcla, que era completamente líquida y color miel, ahora se ha vuelto más sólida y toma un color más amarillento, como cera, y está tibia, ahora sí, agregamos las gotitas de aceites esenciales y mezclamos vigorosamente por última vez. Me encanta ese olor mezclado de miel de abeja con lavanda. Si pruebas ahora la crema, verás que más bien es un ungüento. Ponlo en tus labios, en tus codos, rodillas y talones. No sé a tí, pero a mí hacer cosas en casa y luego untármelas me da placer. Un placer inversamente proporcional al enojo que le habrá generado al Presidente la denuncia interpuesta en su contra ante tribunales de justicia internacional, y que dio a pie a este comunicado oficial desde Los Pinos.
7. Busca la tapa limpia y seca del frasco que usaste y hazle un agujero del tamaño adecuado para que quepa la bombita de succión que quieras ponerle. Yo agarré una de un frasco de mustela vacío y lo coloqué. Muy sencillo. Aquí la entrevista de Aristegui al abogado Netzaí Sandoval acerca de la reacción del gobierno federal ante la denuncia. Digo, ya pa terminar de entender.
Como podrán ver, me encuentro sumergida en esta dualidad de ser ciudadana y mamá. Trato siempre de ser congruente, pero a veces es un proceso complicado y hasta duro cuando crías un hijo que está inevitablemente expuesto a corrientes y ambientes de todo tipo. A todos los que creen que soy izquierdista, supérenlo, no lo soy, tampoco de la ultraderecha, ni mediocampista, ni marchantita, pásele güerita, pásele. Qué hueva me da el fundamentalismo, los estereotipos, las definiciones ortodoxas y estrictas.
Soy mamá, soy una fiel comprometida con la creencia de que de nosotros depende que podamos vivir en un país sano y decente, un lugar en donde se viva bien, sin pretensiones ni miedos, un país sin sentimientos de inferioridad ni resentimientos añejos y dolorosos.
No creo que ninguna corriente política actual tenga las herramientas necesarias para salir del lodo en el que estamos sumergidos, pero si creo o que si dejamos de tenerle miedo a este sistema político autoritario y retrógrada, quizá podamos actuar en función del real beneficio en común.
Soy yo, y estoy harta de darme cuenta de que nací en un país que ha sido manejado con corrupción, que ha sido explotado y arrastrado hasta sus entrañas, que ha sido vendido y burlado mientras todos sus habitantes vemos este espectáculo perplejos pero inmóviles.
Claro, hacer cremita casera con miel de abeja no hará mejoras en mi país, pero seguro me ayudará a cicatrizar alguna herida en esta piel y este hinchado y mexicano corazón. Por favor Patria, despierta. No pido que nos volvamos extremistas ni amigos de ninguna corriente política, me bastaría con que leyéramos un poco, apagáramos la TV vendida y buscáramos opciones diferentes para forjarnos un criterio propio para poder vivir en un país que merezcamos como ciudadanos y personas de bien.
2 comments:
Fiuck... pinche peluda...lei y abrí cada uno de los links que pusiste, mientras pasaba por mi mente la pelicula de como se iba derritiendo la cera de abeja, leí paso a paso como hacer la tan famosa crema (que ahora me keda mas ke claro para ke era la cera de abeja ke nunca te dio el maike... o si?, ya no recuerdo... entre que me rio por el colash de informacion y me awito al mimo tiempo... ya ves por ke no me gustas la politica??? y sin embargo una parte de mi KIERE SER PARTE DE ELLA... chale... estoy de acuerdo con lo jodido que esta esto de los estereotipos, comparto tu sentir... muchas personas son felices siendo parte de una lista o perteneciendo a alguna corriente, yo creo ke no es nuestro estilo...
Me encantó.
Me dispongo de una taza de cafè y me acomodo en el sillòn para leerte amiga, no quise hacerlo de noche porque el cansancio ya no me ayudaba mucho.
Esa cremita se ve magnìfica y las fotos son estupendas. De nuestro ya adolorido y derrotado Paìs que te digo? Que comprato tu indignaciòn y tristeza ante nuestro desolado futuro para nuestros hijos como Mèxicanos.
De la redacciòn de tu post me encantò la forma en que entre hervir los aceites y hablar de politica nos llevas a un panorama distinto en donde nos siembras la esperanza de hacer las cosas por nosotros mismos y en esa responsabilidad olvidada de darle poder a los que nos fallan.
Que ojala como madres responsables hicieramos algo por nuestra tan vulnerable tierra, al menos crema casera.
Me da orgullo conocerte. :)
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